Salimos a las nueve del hotel y paramos a ver el Pueblo y Museo de Banpo, un asentamiento neolítico con más de 6.000 años de antigüedad.
Más allá de Banpo, a 30 km. de Xian se encuentran los Guerreros y Caballos de Terracota para el Mausoleo de Qin Shi Huang, primer emperador de la Dinastía Qin que unifico China hace 2.200 años. Fueron descubiertos en 1974 por unos campesinos cuando cavaban un pozo. Hay tres fosas y más de 7.000 soldados, arqueros y caballos. En la fosa 1 se halla la infantería, la fosa 2 alberga caballería y soldados y la fosa 3 parece ser el centro de mando con 70 oficiales. Las figuras de tamaño natural, pesan unos 300 kilos y tienen una altura media de 186 cm. Se moldearon en arcilla amarilla, fueron pintados con pigmento y tienen rasgos faciales variados
Vemos primero la fosa 1, que es la más grande y con más figuras. Cada figura es diferente, tienen rasgos muy minuciosos y van vestidos según el rango. En la segunda fosa las figuras están más deterioradas y es más pequeña. En los laterales se pueden ver algunas figuras en vitrina más de cerca. En la tercera fosa vemos un par de carros que han sido restaurados, al parecer son los objetos más grandes y antiguos que se han encontrado de bronce.
Hoy llueve torrencialmente y para llegar hasta las fosas nos calamos completamente, aunque Paloma se ha resguardado con el paraguas del guía y Marina, Carmen y Mª José han ido tan contentas cada una con su paraguas. De vuelta tomamos un coche para bajar hasta el aparcamiento. En las tiendas del parking podemos hacer algunas compras.
De vuelta vamos directos a la estación de tren. Sigue lloviendo, compramos un paraguas, mandarinas y agua para el viaje. Un carro nos lleva las maletas hasta la misma estación y esperamos la salida.
La hermana de Ara nos había recomendado ir a ver la Tumba y Museo de la Dinastía Han, camino del aeropuerto en Yangling, pero no ha podido ser.
A las siete y veinte en punto se ha puesto en marcha el maravilloso tren expreso que tardará solo 12 horas en llegar a Beijing. Tiene coche restaurante y nosotros conseguimos mesa para cenar. Es fantástico, una experiencia muy agradable, ahí sentados, con el traqueteo del tren, cenando tranquilamente. Dormimos estupendamente en nuestros compartimentos. Estos trenes están muy bien.